OpenAI y su generador de videos a partir de texto, conocido como Sora, enfrentan una nueva controversia. Un grupo de artistas, en señal de protesta, filtró el acceso a esta herramienta, permitiendo que cualquiera pudiera usarla sin la autorización de la empresa. Como resultado, el equipo liderado por Sam Altman decidió restringir el acceso, afectando a más de 300 testers que participaban en la fase de prueba anticipada.
A través de Hugging Face, los manifestantes publicaron una carta contundente acusando a OpenAI de beneficiarse del trabajo de los artistas sin retribuirles adecuadamente. Durante el tiempo que duró la protesta, el público pudo generar videos con Sora sin necesidad de aprobación por parte de la startup con sede en California.
Cabe aclarar que no se expuso el código de Sora, ya que OpenAI no lo compartió con los testers. Sin embargo, el simple hecho de facilitar acceso a la herramienta generó suficiente interés como para que muchas personas experimentaran con la creación de videos mediante inteligencia artificial.
“Nos ofrecieron acceso a Sora como evaluadores iniciales, miembros del equipo rojo y colaboradores creativos. Pero sentimos que, en realidad, nos están usando para dar una imagen favorable al proyecto y promoverlo como una herramienta ideal para artistas”.
Asimismo, denunciaron que OpenAI emplea a cientos de artistas para detectar errores, brindar opiniones y realizar trabajos experimentales, con la promesa de seleccionar algunos para un concurso en el que sus películas creadas con Sora serían proyectadas. Sin embargo, sostienen que la compensación económica ofrecida es insignificante.
OpenAI tomo medidas para impedir el acceso no autorizado
OpenAI ha tomado medidas para bloquear el acceso no autorizado a Sora, su generador de videos basado en texto. Según reporta The Washington Post, la empresa interrumpió temporalmente el acceso a todos los testers mientras investigaba lo ocurrido. Los autores de la protesta aseguraron que la herramienta estuvo disponible sin restricciones a través de Hugging Face por alrededor de tres horas. Aunque en la plataforma todavía se puede encontrar un amplio catálogo de clips creados por los usuarios, estos ya no son reproducibles.
“No estamos en contra del uso de la inteligencia artificial como una herramienta creativa para las artes. Si así fuera, probablemente no habríamos sido invitados a participar en este programa. Lo que rechazamos es la manera en que se ha diseñado e implementado esta iniciativa para artistas, así como el enfoque que se está dando a la herramienta antes de su posible lanzamiento público. Compartimos esto con la esperanza de que OpenAI adopte un enfoque más transparente, se acerque a los artistas y respalde las artes más allá de estrategias de marketing”
– Organizadores del boicot
Desde el anuncio de Sora, la recepción en el ámbito artístico ha sido mixta. Aunque la herramienta ha impresionado con su capacidad para generar contenido visual hiperrealista a partir de texto, también ha levantado preocupaciones sobre su posible mal uso. Además, la falta de información acerca de los videos empleados para entrenar el modelo ha generado inquietud.
El lanzamiento de Sora aún no tiene una fecha definida, y OpenAI enfrenta desafíos en su desarrollo y despliegue a gran escala. Durante una sesión AMA en Reddit a finales de octubre, Sam Altman, CEO de la compañía, comentó sobre las dificultades del proyecto. Explicó que requieren tiempo y recursos significativos para optimizar el modelo, garantizar su seguridad y abordar cuestiones como personificaciones y el uso responsable. “Necesitamos perfeccionar el modelo. Es crucial acertar en aspectos como la seguridad, las personificaciones y otros detalles. Además, debemos escalar nuestro poder computacional”, señaló Altman.
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