Disney no es ajeno a la robótica. Ya hemos visto un ejemplo de un robot de aspecto bastante sombrío que podría actuar como actor en una película futura. Esta vez, sin embargo, la compañía de Mickey Mouse fue más allá de la ternura y se inspiró en el Android BD-1 de los videojuegos de Star Wars. Por eso, en la conferencia IEEE IROS en Estados Unidos, presentaron un simpático robot que se comporta como un cachorro.

Aunque la inspiración para BD-1 es muy obvia, el robot de Disney tiene algunas diferencias estéticas que lo hacen parecer más moderno. Además, puedes pasearlo con una correa o dejarlo deambular libremente. Todos sus movimientos están basados ​​en animaciones clásicas producidas por la compañía, por lo que quizás te recuerden a la película Wall-E.

Los robots que Disney mostró en la conferencia mostraron una gran curiosidad por el mundo que los rodea. Asimismo, sus movimientos ante humanos o elementos interesantes del mundo imitan a los de un perro, moviéndose de forma convulsiva y con las antenas de su cabeza meneándose a modo de cola.

Un robot super tierno y con mucha personalidad

Disney lanzó un vídeo en su canal oficial de YouTube mostrando el robot en detalle. La empresa lo puso a prueba en muchas ocasiones y en todos los casos lo logró con gran ternura.

Disney ha desarrollado con éxito un robot con movimientos únicos. Lo hace con la ayuda de animadores y utilizando el aprendizaje por refuerzo para estilizar sus pasos, permitiendo al robot integrar cada nuevo movimiento y adaptarlo a la física de su cuerpo.

La estética ha vuelto a demostrar ser muy importante para el ser humano. Aunque hemos visto pinturas impresionantes y robots parlantes, su apariencia y rigidez nos recuerdan lo lejos que están de nosotros y lo sombríos que parecen. Sin embargo, naturalizar los movimientos de las criaturas tecnológicas puede hacernos más propensos a interactuar con ellas y apreciarlas de una manera menos amenazante.

Actualmente Disney ha comenzado a invertir fuertemente en robótica en los últimos años, aún están pendientes las demostraciones de estas estructuras en situaciones del mundo real. Quizás algún día los veamos deambulando por parques y atracciones, o como personajes de películas.

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